La ciudad fortificada de Carcasona
La Cité de Carcassone es una ciudad histórica fortificada, una de las mejores mantenidas de la época medieval. Durante un tiempo fue dejada de lado, restaurada para fines turísticos recién en la segunda mitad del siglo XIX, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 1997, la cité resiste el paso del tiempo, y nos brinda una mirada al pasado y nos enseña un poco de historia.
Historia del castillo fortificado de Carcassone
Excavaciones arqueológicas muestran que ya existía un oppidium (que designa a un lugar elevado, una colina o meseta, cuyas defensas naturales se han visto reforzadas por la intervención del hombre) en donde ya había actividad comercial. Plinio el viejo, el antiguo historiador romano menciona a este emplazamiento en sus escritos. Con los años la zona pasó a formar parte de la provincia romana Gallia Narbonensis. El rio Aube que pasa cerca de la zona hizo que el comercio floreciera y la zona tuviera una gran importancia.
Con el advenimiento de las invasiones bárbaras de los pueblos germánicos, se comenzaron a construir fortificaciones. Del “castillo de Carcasona” se habla por primera vez en unos escritos para el año 333 d.C., con lo cual su existencia ya estaba asentada para esa época.
Con el declive del imperio romano, Carcassone pasó a formar parte del Reino visigodo de Tolosa, cuya capital era la ciudad de Toulouse, muy cercana a la ciudad fortificada. La cité pasó a transformarse en una fortificación que protegía la frontera de este nuevo reino. Los años pasaban y la ciudad era asediada por las civilizaciones atacantes, teniendo éxito al expulsar a todos excepto por un breve impasse de un rey de Burgundia.
Casrcasona en la edad media
En el 725, la cité fue ocupada por los árabes provenientes de la península ibérica, quedándose en ella por casi 30 años hasta su expulsión a manos de un ejército franco. A medida que se avanzaba en la época feudal, la ciudad vivió una época de prosperidad económica, creciendo, como también lo hacían sus defensas y fortificaciones, lindando con el mundo islámico de la época. Pasaba el tiempo y la cité cambiaba de manos y conflictos geográficos se generaban constantemente.
Durante el ataque de la iglesia al catarismo, el conde de Tolosa y el vizconde de Carcasona son los principales herejes. La ciudad es asediada por los cruzados y se destruyen los burgos de los alrededores. La ciudad pasa a formar parte de los dominios del rey. Los tiempos que corren son de terror y persecuciones, ya que se siguen cazando a los cátaros. Se trataba de un un movimiento religioso de carácter gnóstico que afirmaba una dualidad creadora (Dios y Satanás), con rechazo a todo el mundo material y sus placeres.
Dominio real hasta nuestros días
Durante el dominio real, la ciudadela no sufre ningún ataque, ni siquiera durante la guerra de los cien años. Sin embargo, la construcción en su totalidad sigue creciendo y cambiando, a medida que pasan los años y sus regentes. Poco a poco menos tropas se instalan en la cité, y sus murallas y defensas se van volviendo obsoletas frente a las nuevas armas de pólvora. Ya en el siglo XV se la transforma en una prisión, y una sucesiva peste diezma a su población.
Francia consigue anexar al Rosellón por el tratado de los Pirineos, y la cité pierde su rol estratégico, pues la frontera española queda muy lejos del lugar. Durante la revolución francesa, se la usa como arsenal militar y como almacén de armas y alimentos, y durante las posteriores guerras, es relegada a un segundo lugar. El ejército decide cederla para demolerla y utilizar los materiales para otras construcciones. La población comienza a abandonar el lugar y empieza el olvido de la antigua ciudadela.
Hoy en día, y gracias a su buen estado de conservación, la cité se mantiene erguida atrayendo a turistas de todo el mundo, contando su historia, resistiendo el paso del tiempo.
Testimonios sobre la Ciudadela de Carcassonne en Francia
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El sitio oficial de la ciudadela, en francés, es la siguiente: haz click aqui.
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