Si bien la extensión de los países árabes reúne a todos aquellos que se encuentran entre la Península Arábica y el norte de África, es precisamente esta mezcla de culturas la que le atribuye a su cocina una amplia amalgama de sabores exquisitos.
Como bien se ha resaltado, la gastronomía árabe aúna a muchos países los cuales, debido a influencias de antiguas colonizaciones e interacciones entre sí, la han dotado de una mezcla exquisita de aromas que en sí, reúnen unos elementos bastante comunes entre ellos salvaguardando las diferencias.
Cuando nos dirigimos a viajar a un país incluído dentro de lo que denominamos “Países Árabes” y dejamos volar la imaginación para pensar en su cocina, en seguida nos vienen a la cabeza las noches en el misterioso desierto, los mercados de especias con su bullicioso ambiente y ritmos danzarines en salones de té y tabaco.
Especias a raudales
Los principales ingredientes de la gastronomía de los países árabes son sobretodo los granos y los vegetales bien aderezados con especias de exótico paladar. Se destacan el pimiento, la cebolla, el tomate, la berenjena y el pepino. En materia de granos, el más famoso es la sémola de trigo, ingrediente principal de uno de los platos más identitarios, el cous-cous, seguido del sésamo y del arroz.
Para aderezar, el curry, el zaatar, el azafrán, la cúrcuma y la canela se convierten en las reinas de la mesa dando ese toque inigualable a los platos y sellándolos con su marca aromática la cual se vuelve la simpatía central del plato.
La carnes quedan en un plano secundario, siendo las de pollo y cordero las más utilizadas dada la particularidad que presenta el uso de la carne de cerdo debido a motivos religiosos.
Siempre que viaje, aumente la precaución con la comida
A pesar de las maravillas que presenta la cocina árabe en general, siempre que viajemos al país que sea, debemos extremar las precauciones para evitar la temida diarrea del viajero, la cual nos puede arruinar el viaje, ya no solo por el momento en sí sino los días posteriores en los que mejor mantener una dieta libre de grandes combinaciones gastronómicas.
Esta se da por numerosos motivos, sobretodo por los relacionados con el cambio de hábitos. No es igual el patrón de ingesta que tenemos en casa que el que tenemos cuando viajamos fuera. Esta alteración puede hacernos padecer este tipo de diarrea así como beber agua que ha estado contaminada, que no se hayan extremado las precauciones higiénicas en el momento de la cocción o la exposición a agentes infecciosos. Otros como el cambio de temperatura también pueden explicarla o incluso la calidad de un mal alojamiento que altere el sueño también puede afectar a nuestro estómago.
Por eso, se hará de expresa necesidad el hecho de llevar consigo un botiquín bien equipado con algún medicamento antidiarreico por lo que pueda suceder, ya que esta incomodidad puede hacer que nuestros planes se alteran constantemente y acabemos sin disfrutar de la estancia ni de la comida como nos gustaría.
Pelar bien la fruta, beber agua embotellada en vez de agua del grifo, evitar cubitos de hielo en los bares y vigilar expresamente las medias cocciones en los alimentos que vaya a tomar, pueden ser sus mejores aliados a la hora de combatir la tremenda caída en las manos de la diarrea del viajero durante sus viajes.
Una vez con esto en mente, haga las maletas con ilusión y prepárese para embarcarse en esta maravillosa aventura que le aguarda en los Países Árabes con la darbuka y los crótalos de fondo inundando cada espacio libre que haya dejado el aroma a té con menta.