La evolución del «Gap Year» o «Año Sabático»

Gap Year

Para entender el concepto de Gap Year, o año sabático en español, debemos remontarnos a 1960. Tras décadas de conflictos bélicos y los posteriores años de austeridad, un pensamiento más liberal e independiente se apoderó de la sociedad en general, y de las sociedades anglosajonas en particular.

Muchos jóvenes se embarcaron en la aventura de conocer nuevos territorios y culturas. No importaba el destino ni el transporte utilizado, lo fundamental era dar rienda suelta a las ganas de libertad, tolerancia y cambio tras años de represión.

Aunque se mantiene la esencia de viajar como idea principal, la versión inicial del gap year ha evolucionado considerablemente hasta nuestros tiempos.

En la actualidad, el gap year lo realizan jóvenes antes de comenzar sus estudios universitarios, o bien, una vez que ya los han finalizado. Quiénes lo realizan lo consideran como una parada obligatoria para encontrarse a sí mismo, una experiencia vital necesaria para dar el paso definitivo a la etapa adulta. El hecho de conocer diferentes culturas y ampliar conocimientos gracias a personas y costumbres diversas, favorece el asentamiento de valores personales. Muchos lo definen como estar en un balneario durante un año.

Falsas creencias acerca del «Gap Year»

Existe la creencia de que tomarse un año sabático puede tratarse casi de un lujo, sin embargo, el abanico de posibilidades que existe es tan amplio que se convierte en algo totalmente asequible para la mayoría de jóvenes.

Año sabático

Dar clases en otros países, realizar acciones de voluntariado o estudiar un curso de idiomas en el extranjero son algunas de las opciones más comunes que realizan los jóvenes durante su gap year.

La realidad es que salvo en algunos países como Reino Unido o Estados Unidos, la idea de realizar un año sabático no está muy asentada en la sociedad. La inestabilidad económica sufrida durante los últimos años y la proliferación de intercambios estudiantiles fomentados por ayudas como las becas ERASMUS no han ayudado a ello.

En España no está muy bien visto el hecho de no formase o trabajar durante un determinado periodo de tiempo, y más si es en plena juventud. Sin embargo, en países como Estados Unidos muchas empresas valoran positivamente el hecho de haber realizado un gap year. Varios son los motivos que pueden justificar que una empresa prefiera a alguien con esta experiencia que sin ella; el hecho de tener un mejor dominio idiomático, un carácter más abierto y aventurero o una visión más amplia ante dificultades son algunos de los motivos.

En definitiva, un gap year o año sabático conlleva mucho más que viajar y conocer diferentes culturas y países. Se trata de un encuentro contigo mismo, un plan perfecto para proyectar las líneas de tu futuro en sintonía con tus valores y con una visión más amplia del mundo en el que vivimos.

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