El templo maya de Kukulkán
La ciudad de Chichén Itzá es uno de los vestigios más importantes que perduran de la cultura maya. Es en esta ciudad sagrada que se encuentra el templo o pirámide o castillo de Kukulkán. Kukulkán, deidad a la que se adoraba en este templo y significa “serpiente con plumas” y se cree que tiene un rol parecido al Quetzalcóatl de los aztecas, que casualmente significa “serpiente emplumada”. El templo dedicado a esta deidad presente, por consiguiente detalles en toda la construcción que recuerdan a las características de una serpiente. Además, la pirámide tiene también incidencia, gracias a su posición, con los equinoccios y solsticios, generando diferentes fenómenos de luz y sombra.
El templo de Kukulkán pertenece no solo al Patrimonio de la Humanidad (llevado adelante por la UNESCO), sino que además forma parte de las nuevas 7 maravillas del mundo, junto a otras como la pirámide de Guiza en Egipto escogidas hace poco, que generaron tanta polémica y discordia.
La otra gran pirámide que también fue una de las maravillas del mundo (llamadas también maravillas del mundo antiguo) es la de Keops, con la que siempre se compara al templo de Kukulkán. La mexicana es de proporciones menores: la pirámide de Keops mide 147 metros contra apenas 30 metros de su contrapartida maya.
En las primeras descripciones que se hacen del templo, se la muestra llena de vegetación, y cubierta en todos sus taludes también de zonas verdes. Fue recién en el siglo XX que se empezaron con trabajos de restauración y posteriores estudios e investigaciones.

El templo de Kukulkán es una prueba fehaciente del avanzado conocimiento que la civilización maya tenía sobre las matemáticas, geometría y astronomía. El calendario maya tenía 18 meses, los cuales tenían 20 días, que da como resultado, 360 días. Se les sumaban además 5 días, denominados uayeb, que eran considerados de mala suerte. Para el calendario maya no existían los años bisiestos (instaurado por Julio César, aunque el calendario Gregoriano, instaurado por el papa Gregorio XII, utilizado en nuestros días, comenzó a partir del año 1582). Los días del año del calendario maya son representados por los escalones en sus cuatro escalinatas, que sumando la plataforma superior, da un total de 365.
El fin del mundo
Según los mayas, el 21 de diciembre terminaba un ciclo, que daba inicio a otro. Ese día terminaba el “baktun” 13 del antiguo calendario de la cuenta larga. Un Baktún equivale a 394 años, que es la medida más grande que tenían los mayas para marcar el paso del tiempo. 13 Baktún da a la actualidad aproximadamente 5128 años.
Al haber malinterpretaciones respecto al cambio de ciclo, sobre todo impulsadas por diferentes campañas de marketing de diferentes empresas, se vaticinó que el 21 de diciembre del 2012 tendría lugar el fin del mundo. “Venga a comer a nuestro restaurante antes de que se terminé el mundo”, “disfrute y venga a nuestro hotel antes del fin del mundo”, entre otras tantas propuestas para llamar la atención de los clientes. “En Cancún, epicentro de este fenómeno, la ocupación hotelera ronda el 95% y el aeropuerto, segundo con más tráfico de México, está al borde del colapso”, informaba el diario Clarín en esos momentos.
Se empezaron también a manejar ciertas teorías con respecto a la venida de extraterrestres que vendrían al templo de Kukulkán (entre otros) para rescatar a la raza humana, según algunas teorías, o terminar con el mundo como lo conocíamos (según otras). Ya se desvirtuaba por completo el sentido que los mayas habían dado a su calendario.
Para disipar cualquier duda al respecto (más allá de que ya la fecha ha pasado y seguimos todos viviendo en el planeta tierra) les invitamos a ver la entrevista a Alejandro Perez Oxlaj, una autoridad maya de gran importancia que explica el significado del 21 de diciembre de 2012 para los mayas. El enlace lo encuentran aquí.
Testimonios sobre el templo de Kukulkán
El templo de Kukulkán es un vestigio que ha llegado hasta nuestros tiempos de la época de los mayas, de cómo vivían, de cómo pensaban, y de cómo eran. Una razón más para visitar a México y a la antigua ciudad de Chichén Itzá.
Para visitar y completar una experiencia de por si increíble, les dejamos una página sobre la gastronomía mexicana.
Ha habido ya en la historia cientos de teorías o de profecías que explicaban cómo y cuando el mundo iba a terminarse. Al finalizar cada siglo, (en el 999, en el 1999), como también por cuestiones religiosas, por explicaciones científicas, por sucesos en la humanidad (guerras mundiales, calentamiento global) o sucesos naturales (inundaciones, terremotos), hasta ahora, seguimos sobreviviendo. Agregamos una parte de la canción de Victor Heredia, sobreviviendo:
Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron.
Sobreviviendo –dije–, sobreviviendo.
Tengo un poema escrito más de mil veces,
en él repito siempre que mientras alguien
proponga muerte sobre esta tierra
y se fabriquen armas para la guerra,
yo pisaré estos campos, sobreviviendo.
Todos frente al peligro, sobreviviendo,
tristes y errantes hombres, sobreviviendo.

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